LA DEUDA ESTA DE MODA



Revista America Economica - Chile
16 de março de 2006

Horst Paulmann se entusiasmó con el cuento de los honos. El empresário chileno-alemán, conocido por su agresividad al protagonizar en 2004 y 2005 una fiebre de compras -léase la cadena de multitiendas chilena Almacenes Paris, los supermercados Santa Isabel, de propiedad de Royal Ahold, y supermercados Disco, una de las mayores cadena de Argentina-, financió gran parte de esas operaciones con aumentos de capital, deuda bancaria y su propia billetera. Sin embargo, hoy tiene una inscrepción ante la autoridad bursátil chilena para emitir US$ 340 millones en bonos este año. Unos US$ 140 millones los emitiria en marzo. ¿Por qué prefirió los bonos? "Es el momento ideal", dice Rodrigo Andaur, analista de Fit Resear¬ch en Santiago. "Las tasas están bajas,
hay mucha liquidez y los inversionistas no tienen muchas opciones para poner la plata".

Paulmann no es el único que se ha dado cuenta de la oponunidad. Los bonos han sido estrellas do los mercados de capi¬tales de las principales economías de la región en 2005. En Brasil, donde casi se dobló el tamaño del mercado de bonos en 2005, se alcanzó un monto récord de unos US$ 40.300 millones, de acuerdo a cifras dei Sistema Nacional de Debêntures.

El mercado mexicano de deuda privada creció 28,2%, contabilizando US$ 35.500 millones al 31 de diciembre del 2005, según Ixe grupo Financiem. Las empresas locales emitieron deuda interna por unos US$ 12.500 millones. Situación similar a la chilena, donde las colocaciones internas y externas del año sumaron US$4.223 millones, con un crecimiento de 17%. Yen Faú,
se colocaron US$ l .474 millones en bonos a plazos entre 5 y 10 anos, un 18,2% más respecto del año anterior, según CONASCP, la autoridad de valores de ese país.

El motivo de esa explosión es una conjunción de los intereses de empresas e inversionistas. Las primeras aprovechan la coyuntura para, al igual que los gobiernos, mejorar el perfil de sus deudas. Y han encontrado una buena respuesta de los inversionistas, que buscan alternativas más rentables que los títulos públicos la¬tinoamericanos.

Rafael de la Fuente, economista jefe para América Latina de BNP Paribas, en Nueva York, dice que son muchas las empresas que están aprovechando las bajas tasas de interés para prepagar deuda externa y cambialia por deuda en moneda local. Además, aminoran el riesgo cambiário. "En Brasil prefieren emitir papeles en reales para asegurarse contra la fluctuación de la moneda". dice Ferrnando Lovisotto, sócio director de RiskOffice Consultora, en São Paulo.

REEMPLAZAND0 A LOS GOIERNOS
La fórmula también tiene ventajas desde un punto de vista corporativo, pues per¬mite a las empresas obtener dinero fresco sin desordenar la estructura accionaria, ahorrándose los conflictos propios de los nuevos sócios.
Para algunos analistas, las empresas están ocupando los espacios que han dejado las emisiones de gobiernos en países

Las empresas están ocupando los espacios que han dejado las emisiones de gobiernos en países como Brasil y Colômbia.

como Brasil y Colombia, debido a los bajos rendimientos que ofrecen ante las caídas de los índices de riesgo país y las tasas de interés. "Las mejoras de los balances fiscales, gracias a los buenos precios de los commodities, han disminuido la oferta de bonos soberanos, porque los estados tienen menos déficit", dice Alberto Bernal, del departamento de investigación de merca¬dos emergentes de Rear Stearns & Co., en Nueva York. "Y los inversionistas institucionales han encontrado en los papeles corporativos una alternativa".

En Brasil, por ejemplo, en 2014 un título público de tasa variable no bajaba del nível que ofrecía la tasa de interés de mercado de referencia. "Pero hoy no llegan a ese nivel", dice Lovisotto, de RiskOffice. "Los bonos corporativos, que en 2004 rendían 106% o 107% de la tasa interbancária, hoy están alrededor del 103%".

Marcelo Rabbat, socio director de Prandini Rabbat & Associates en Brasil, es más claro: "El comprador piensa; no hay títulos de gobierno con precios atractivos, entonces miro los bonos corporativos".

Además hay mejoras en el mercado que facilitarán nuevas emisiones. En Brasil se está comenzando a desarrollar un mercado secundário de títulos corporativos, que hace poco no existia. "Últimamente, cuando una empresa se reestructura o anuncia un cambio significativo, se ve alguna reacción en el precio de sus títulos en el mercado secundário", dice. "Antes, no había liquidez suficiente para eso”.

En otros casos, el interés de los inver¬sionistas está llegando incluso más allá de las grandes empresas. "Muchas firmas pequeñas y medianas han emitido bonos de menos de US$ 100 millones. entre 12 y 24 meses", dice Pablo Lewin, sócio de la corredora chilena de bolsa Munita, Cruzat y Clara "El mercado está muy líquido y hay spreads históricamente bajos", explica.

En el caso chileno, se espera la eliminación del impuesto a la ganancia de capital sobre los bonos, una postergada aspiración del gobierno de Ricardo Lagos, que dejará en marzo a Michelle Bachelet, lo que incentivaria aún más la inversión.

Todas condiciones que permiten mirar con optimismo 2006. "Si el cuadro eco¬nómico actual continua y los extranjeros comienzan a comprar títulos por la exención fiscal anunciada recientemente, el mercado de securitización tiene mucho que crecer". dice Marcelo Rabbat.

Si no, pregúntele a Paulmann, que luego de su emisión de marzo se quedará con US$ 200 millones en carpeta para seguir emitiendo.

*Marcelo Rabbat é diretor da PR&A, empresa especializada em Risco de Crédito, Risco de Mercado e Consultoria de Investimento.
Autor: Assessoria de Imprensa Web


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